Tres mujeres con talento
Reivindicar el talento femenino es uno de los deberes del feminismo.
Y también vindicar y oír y hacerse oír, porque además, de música estamos hablando.
El Concurso Internacional de Composición “María de Pablos”, es un certamen pionero en nuestro país que reserva la participación en exclusividad a las mujeres. Esto significa que siempre va a ganar una mujer, como decía ayer una de las finalistas, con sentido del humor…tal vez porque si existe un mundo cultural misógino, ese es el de la música, y en particular, el de la composición académica.
Hay que elogiar esta iniciativa al Ayuntamiento de Segovia y a la Fundación “Juan de Borbón”, pues de ambos partió la idea y ambos continúan en la brecha compensando desigualdades.
La tercera edición de este concurso, ha conseguido consolidar un certamen que merece recibir toda la atención y todo el apoyo.
Ayer pudimos escuchar las tres obras finalistas y conocer a las tres compositoras, en un concierto magnífico que mostró el enorme talento de estas mujeres.
Carme Rodríguez (Ribadeo, 1996), es una compositora de una exquisita sensibilidad y talento que ya quedó finalista en la edición de 2019; esta vez su obra “Ánimas” fue la ganadora y se llevó además el premio del público (otra novedad de este magnífico concurso). De manera, que al año que viene podremos volver a disfrutar de su música.
María Camahort (Castellón, 1984), es una compositora y guitarrista que nos impactó con su obra “Broken Landscapes”, de nuevo el talento femenino que Maestra Valcárcel siempre nos recuerda. Se llevó el segundo premio
Silvia Llanas Rich (Barcelona, 1963), que se llevó el tercer premio con su obra “Akos”, es una compositora experimentada con una más que sólida técnica y una enorme riqueza expresiva, además de ser una profesora comprometida con la enseñanza y con la modernidad, lo cual es toda una excepción.
Las obras fueron compuestas para la plantilla obligada de dúo: clarinete y piano, con intérpretes también magníficos y comprometidos, como es la pianista Isabel Pérez Dobarro y el clarinetista Paco Gil.
En resumen, tres mujeres excepcionales, tres lenguajes diferentes, tres expresiones diversas, tres discursos sonoros propios, tres formas de pensar la música, tres desarrollos llenos de fuerza y personalidad y lo más importante, ideas personales, fuera de las modas.
Una de las grandes características de las músicas compuestas por mujeres, es la gran diversidad de discursos, de ideas, de desarrollos… y parece que al “canon” tanta diversidad y tanta libertad no solo no le gusta sino que le molesta.
¡Error! Cuánto ganaría la música académica si esta dejara entrar los soplos de aire fresco y sano, de aire nuevo y renovado de estas músicas; cambiarían los escenarios, los públicos se transformarían y entrarían en la Modernidad con pleno derecho….así podrían dar el salto a la Postmodernidad, y sobre todo, la Música saldría ganando, enriqueciéndose con ese 50% de talento que hoy no escucha.
Madrid, 13 de septiembre, 2020