Entrevista a Natalia Piñuel, una de las organizadoras de She Makes Noise
Publicado originalmente por Mujeres y Música.
Natalia Piñuel es una de las Organizadoras de She Makes Noise, festival de música y cine dedicado a mujeres que se dedican a la música electrónica, el arte sonoro y la experimentación audiovisual. Un proyecto de Playtime Audiovisuales y La Casa Encendida que tendrá su tercera edición del 19 al 22 de octubre de 2017 en Madrid.
Llevo tiempo cotilleando sobre She Makes Noise y reconozco que ha sido amor a primera vista. Me encanta poder compartir unas palabras con Natalia, una de las organizadoras del festival que revoluciona, con perspectiva de género, la escena electrónica nacional desde hace dos años.
She Makes Noise es más que un festival, entre otras maravillas este año podremos ver The Fits, de Anna Rose Holmer, por primera vez en España. Disfrutaremos de nuevo de Elisya Crampton y Raquel Meyers, además de presentar Keys of Fury impartirá un taller de Mecanografía Extendida. Colaborarán en esta edición con una hacker cyberfeminista, Rachael Runner, que planteará distintas interacciones vía online a través del hashtag #SheMakesNoise. Seguramente entenderéis mejor de qué hablo si le echáis un vistazo al teaser de la edición del próximo octubre.
Entenderéis mi emoción cuando os digo que disfruto de ese teaser y me dispongo a escribir en una maravillosa terraza mientrad tomo café y galletitas de limón, puro placer. He leído que están enamoradas de los glitches y casi lloro de emoción, la frase dice así: “Prestando especial atención al Glitch más allá del hecho estético, como un error bello que sucede para así romper con una sociedad tradicional que no funciona y que no interesa a las chicas que hacen ruido”.
Pienso el Glitch como acto revolucionario, el ruido como protesta, pero no solo en manos de los hombres. Reivindicais el ruido como protesta también para nosotras ¿cierto? Quizás la gente no entiende mucho esta pasión por el Glitch… ¿nos explicáis de dónde viene? ¿Qué simboliza en vuestro día a día?
Bueno, el glitch fue imagen e hilo conductor de la edición del 2016. Tanto la imagen como el concepto se trabajó junto a Magui Dávila, editora y diseñadora desde “Las Lindas Pobres” con la que hay una gran afinidad. El glitch está intrinsecamente unido al “ruido” en la imagen y “el ruido” es el nombre del título y da sentido a todo el proyecto. Por un lado con su acepción activista, política y transgresora y por otra por el propio estilo musical, unido al dark, techno, industrial que tanto me gusta y que está presente en cada una de las ediciones del festival. Cómo citabas antes, pensamos en el glitch más allá del hecho estético como un error digamos raro a la vez que bello totalmente necesario en la sociedad actual, todavía muy reaccionaria y tradicional en tantos aspectos. Nosotras y el festival vinimos a romper ciertos esquemas que había en el circuito de la electrónica. Este año, seguiremos trabajando no obstante en esa línea, dando un paso más hacia el cyberactivismo.
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