Respuesta a Vargas Llosa
En la línea de descrédito del feminismo, el título Nuevas Inquisiciones que usted escoge para su artículo del 18 de marzo pasado causa estupor. ¿Puede aludir a hecho histórico alguno para demostrar tamaña acusación? El movimiento feminista ni creó ni crea instituciones dedicadas al saqueo de bibliotecas. Tampoco organiza sistemas de castigo contra la libertad de expresión, ni quema libros, ni saca a rastras de su casa a escritores; las incineradas fueron nuestras brujas antecesoras. ¿Hemos de deducir que los análisis orientados desde la complejidad de un pensamiento, cocido al parsimonioso fuego de la crítica feminista deberían inhibirse? ¿Piensa que desistiremos de interpelar o reorientar espejos para captar lo que deseamos explorar en un relato concreto como “Lolita”, con herramientas interpretativas propias? El diario El País incluye además en el centro de su artículo una imagen ominosa firmada por Fernando Vicente, potenciadora de la calumnia en que basa usted su texto. En la ilustración, tres perros negros de aspecto violento rodean un libro en llamas con la evidente pretensión de significar lo que la crítica feminista hace con la literatura. En verdad, lo único que pueden representan es a los criminales cristianos que despedazaron a la filósofa más importante de la Antigüedad, Hipatia de Alejandría. ¿Hasta cuando seguirán estas interesadas tergiversaciones, tan a destiempo de la excelencia cívica que el feminismo demuestra en su sostenido avance social?
Escuche, eminente escritor, la voz de Mary Wollstonecraft: “el feminismo apela al buen sentido de la humanidad”. En ello estamos y cada vez son más los hombres que contribuyen a este proceso de transformador del conocimiento, de la vida y de las formas literarias. ¿Se acostumbrarán ustedes alguna vez a convivir con otros modelos de libertad crítica sin caer en la consabida costumbre de difamarnos?