Debate pendiente V
- 4 de Noviembre de 2014 en Córdoba.
- 5 de Noviembre de 2014 en Madrid.
- 24 de Noviembre de 2014 en Bilbao.
Es evidente que la discriminación por razón de sexo continúa reproduciéndose. ¿Cómo explicar que las propias mujeres la acepten, si no es por razones culturales? En efecto, la literatura, así como el cine, la ópera, las artes visuales, la publicidad, los medios de comunicación… propagan mitos que legitiman, y además fomentan, unos comportamientos que en términos objetivos (por ejemplo, económicos) resultan lesivos para las mujeres. Entre estos mitos, uno de los principales es sin duda el amor. La exaltación del amor como vocación y destino de la mujer, que teoriza Rousseau a finales del siglo XVIII, sirve para justificar la exclusión de las mujeres del nuevo pacto cívico, fundado en los principios de libertad, igualdad y fraternidad.
Más de dos siglos después, el amor romántico sigue ofreciendo a las mujeres una promesa de paraíso afectivo y de protección material por parte del hombre que tiene por efecto frenar su avance hacia la igualdad. Obras literarias tan recientes –e influyentes– como Crepúsculo o 50 sombras de Grey, con su presentación idealizada de un varón depredador y una mujer feliz de asumir el papel de víctima, siguen convenciendo a las mujeres de que someterse al hombre es más fácil, gratifican-te y conveniente que asumir su condición plena de sujeto.
Por todo ello, creemos que es urgente fomentar un debate sobre las formas que toma hoy, en el siglo XXI, el viejo –pero tan vivo– mito del amor romántico y sus consecuencias sobre la condición femenina.