Crítica de arte: «En cuerpo y alma. Mujeres artistas»
Esta exposición, comisariada por Marisa Oropesa, presenta la obra de 38 artistas nacidas entre 1881, Marie Blachard, y 1975, Naia del Castillo, con el único nexo común de ser artistas mujeres. Casi cien años de arte, mayoritariamente pintura, con alguna muestra de escultura y de instalación. Una selección de piezas de muy difícil convivencia, pero cuyo resultado hay que destacar por lo bien resuelta que está con una disposición llena de sensibilidad y conocimiento artístico.
Piezas muy diferentes, que dejan bien patente que las mujeres pueden crear cualquier tipo de arte, respondiendo la tradicional pregunta de si hay un modo de crear arte diferente en cuanto al género, queda respondida en esta exposición. Cualquier estilo, cualquier disciplina, conviven, cuando se presentan las muestras con inteligencia, en una armonía que vale la pena destacar.
Hasta el 25 de junio de 2017
Lugar: Sala de Exposiciones Temporales del Museo de Santa Cruz. Museo provincial de Toledo
El paisaje Mar de Isabel Quintanilla junto al rayograma Una proposición ZAJ de Esther Ferrer, la Puerta en cruz de Amalia Avía junto al monitor donde se proyecta la performance Skeleton de Marina Abramovic, la delicadeza de la instalación Nushu (2007) de Paloma Navares frente a la obra de Kiki Smith, Haunted (2012), las dos pequeñas piezas escultóricas de Meret Openheim, Venus (1933 – 78) y Lazo (1960 – 78) y la magnífica y colorista Cabeza Femenina (1940) de Maruja Mallo…. Hacen una obra coral muy placentera de ver y muy ilustrativa por la recopilación grande de artistas mujeres que han creado a lo largo de todo el siglo XX.
Artistas españolas como Carmen Calvo, Cristina García Rodero, Almudena Armenta, Ouka Lele… artistas extranjeras como Rineke Dijkstra, Hannah Collins, Cindy Sherman, Nan Goldin… por mencionar algunas, provocan un relato versátil de tremendo interés para el arte contemporáneo, dejando patente que las mujeres artistas deben estar en los museos provinciales y estatales en mayor representación de la que actualmente se encuentran. Las más jóvenes Concha García, Dora Salazar, Ruth Gómez, Berta Jayo, Sandra Gamarra… imposible enumerar las 38 en este espacio.
Contemplar una obra como Triptych for the red room de Louise Bourgeois (imagen), en Toledo, en el Palacio de Santa Cruz, mostrando esos cuerpos desnudos de hombre y mujer en ese diálogo imposible de la liberación sexual del miedo y el dolor del intercambio sexual, la mujer arqueada como representación de su fascinación por la histeria, como se explicaba en la exposición de la Tate Galery donde estuvo la instalación de la Red Room, es una emoción estética que vale la pena disfrutar.
Si Toledo siempre merece una visita, la oportunidad de ver esta exposición en el Museo de Santa Cruz, hasta el 25 de junio, con la belleza que el edificio aporta y el poder simbólico de transgresión que tiene el hecho de que la obra de arte creada por mujeres invada espacios tradicionalmente masculinizados, hace mayor la motivación de una excursión para poder contemplar obras que cuestionan el establishment dentro del mismo establishment. Obras que será difícil volver a contemplar juntas.