Alice Munro, la escultora de relatos
Lumen publica por primera vez en español ¿Quién te crees que eres?, de la premio Nobel canadiense
Más que escribir, Alice Munro esculpe las historias. Como si sacara las palabras con cincel de la masa gris del lenguaje y escogiera las adecuadas, no sin antes pulirlas, desnudarlas de adornos retóricos y dejar solo su sustancia. Unas a otras unidas en su desnudez y aparente ‘normalidad’ componen el fraseo contundente pero nada agresivo de su forma de contar.
Lumen publica ahora en castellano ¿Quién te crees que eres?, una colección de relatos publicada originariamente en 1978 bajo el título ‘The Beggar Maid’. Munro no escribe novelas, salvo en casos como éste en que los relatos, por la continuidad de su protagonista principal, pueden leerse de forma independiente o como capítulos de una misma historia. Acompañamos a Rose (¿a ratos un alter ego de Munro?) a lo largo de cuarenta años desde su infancia en Hattary, un pueblo de la provincia de canadiense de Ontario, durante la Gran Depresión, hasta su vida adulta, su matrimonio fracasado, las relaciones poco satisfactorias con otros hombres, sus trabajos y su continua huida. La relación difícil que mantiene con Flo, su madrastra, es otro de los hilos conductores de los cuentos. No sabemos hasta qué punto estos relatos llegan hasta nosotros tal como salieron de su pluma en su primera versión pues es conocida la costumbre de la autora de modificarlos una y otra vez presentando varias versiones de sus obras, a veces con poco tiempo de diferencia entre una publicación y otra. Lo cierto es que, aunque este libro ocupe el cuarto lugar en su extensa producción, encontramos en ella a la Alice Munro que nos captó con obras más tardías como ‘Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio’, ‘Escapada’ o ‘Demasiada felicidad’. Ese sello inconfundible.
Se ha comparado a los personajes de Munro y al espacio geográfico en el que los sitúa, esas comunidades rurales canadienses que a menudo parecen aisladas del discurrir de los grandes acontecimientos con la literatura del Sur de los Estados Unidos de los que Flannery O’Connor o Faulkner serían dos brillantes ejemplos. Y la comparación tiene sentido porque ella misma ha reconocido el influjo de la autora de ‘Sangre sabia’ entre los autores que marcaron su vida lectora. Y, sin embargo, leyendo ‘¿Quién te crees que eres?’ me he acordado más de ‘Las chicas de campo’ de Edna O’Brien. El mismo mundo rural (en este caso irlandés) en sus costumbres dominadoras, las marcas de tradiciones que asfixian pero también dan acomodo a jóvenes deseosas y temerosas al mismo tiempo de escapar al mundo. Las dificultades que desde niñas vislumbran en el hecho de que serán mujeres en un mundo dominado por los hombres. Rose llegará a ser a ratos actriz, a ratos profesora, a ratos locutora de radio y alcanzará cierta notoriedad. La que sirve para que alguien de pronto te reconozca al entrar en una tienda. Y Rose siempre se sorprenderá de ese pequeño momento de reconocimiento, a ella que apenas puede reconocerse a sí misma. Como no se reconocía en la imagen que proyectaba siendo todavía una estudiante en su novio Patrick que la comparaba con la mujer del cuadro ‘El rey Cophetua y la mendiga’ del pintor prerrafaelita Burne Jones y que dio título a la edición primera del libro. Uno de esos momentos iluminadores de los que se compone la sustancia de los relatos de Munro.