París era una mujer
PARIS ERA UNA MUJER
Retratos de la orilla izquierda del Sena
Andrea Weiss, 2014
Prólogo de Elina Morando.
Traducción de Concha Cardeñosa.
Paris era mujer es uno de esos libros que, de antemano, sabes que te va a capturar. Y lo sabes porque el lugar y la época que describe son irrepetibles y porque el libro cobra tal interés que ha sobrepasado el texto para saltar a la producción cinematográfica del mismo nombre.
La autora, Andrea Weiss es heredera de la investigación inaugurada por aquel libro inspirador que le sirvió como punto de partida para escribir este ensayo, y que se ha convertido con el tiempo en un libro de culto. Me refiero a las mujeres de la Rive Gauche, escrito por Shari Benstock y editado por primera vez en España por Lumen en el año 1996.
El libro, en su totalidad, retrata de forma individual y colectiva la vida de la comunidad de mujeres que existió en el París en la década de los años 30, hasta el estallido de la segunda guerra mundial, teniendo como figuras principales a las editoras Silvia Beach, fundadora de la librería Shakespeare and Company y Adrienne Monnier, propietaria de la Maison des Amies des Livres, y, por ende, al resto de las mujeres venidas de distintas partes del mundo y que formaron aquel singular colectivo de artistas .
La estructura del libro queda dividida en 5 capítulos y un epílogo al que se añaden numerosas fotografías de la época, retratos, dibujos y fragmentos inéditos de las obras de estas mujeres cuyo frente en común era la verdadera devoción por una ciudad que adquiere todo el protagonismo, tanto en su vida como en su obra, y cuya libertad se ajustaba a la necesidad creativa de todas ellas y a su forma de ver y entender el mundo.
La personalidad de estas mujeres, su labor al servicio de la literatura y el arte, sus complicadas relaciones personales, su red de apoyo y la conexión con sus compañeros artistas de aquellos años, conforman la trama de este ensayo que no tiene desperdicio. En este sentido destaca la importancia que tuvo la labor de Silvia Beach en la edición del Ulises de Joyce, y la genialidad e importancia que tuvo Gertrude Stein para sus compañeros y compañeras de generación.
Desfilan entre sus páginas nombres propios y personalidades fascinantes, entre las que se encuentran las novelistas Colette y Djuna Barnes; las poetisas H. D. y Natalie Clifford Barney; las pintoras Romaine Brooks; las editoras Bryher, Alice Toklas, Margaret Anderson y Jane Heap; las fotógrafas Berenice Abbott y Gisèle Freund, la periodista Janet Flanner, y las artistas Solita Solano y Thelma Wood, entre otras, quienes formaron parte esencial de aquel entorno legendario.
Es este un libro que no solo recupera la memoria de mujeres que forman parte de la vanguardia artística de los años veinte y treinta en París, sino que nos muestra que en una época la creatividad y la solidaridad fueron de la mano en una ciudad de la que Adrienne Monner llegó a decir: “No podría irme de aquí ni en sueños, sería imposible, sería como si un órgano pudiera irse a otra parte del cuerpo”.
Cabe decir que este ha sido uno de esos libros que se quedan guardados en la memoria y que he leído despacio y saboreándolo para alargarlo, y prolongar así el placer de su lectura.
Lupe Bohorques Marchori , enero 2018