Queremos resultados ya. La cuarta ola del feminismo como impulso para la igualdad de género en la cultura.
Clásicas y Modernas ha elegido Segovia para reunir a filósofas, dramaturgas, juristas, escritoras, docentes… con el fin de establecer una agenda teórica y práctica que contemple los retos de “los feminismos en la cultura contemporánea”.
Clara Luquero, alcaldesa de la ciudad, inauguró la jornada, agradeciendo que se haya elegido Segovia como sede de este importante reto intelectual, tras el importante impacto que tuvieron las recientes movilizaciones del 8 de marzo.
Anna Caballé, Presidenta de Clásicas y Modernas, agradeció la acogida de esta ciudad, que destaca por su política de igualdad desde hace años. Como resaltó en su intervención, “el 8-M ha puesto una mochila en nuestras espaldas y tenemos que pensar estrategia del futuro. Está iniciativa pretende un diálogo intergeneracional para hablar de los nuevos feminismos, de políticas de futuro. Las mujeres somos las principales consumidoras de cultura. Las mujeres estamos soportando el peso de la cultura en la sociedad española, y sin embargo nuestra visibilización y el protagonismo de las mujeres en el diseño de las políticas culturales es mínimo. Esto tiene que acabar, es una injusticia. Queremos pensar en el futuro, y queremos un futuro distinto del pasado”.
Raquel Crespo, subdirectora del Instituto de la Mujer, coincidió también en señalar que este año el 8-M ha sido especial, han cambiado ciertas cosas. El empoderamiento de las mujeres es importante para el futuro de Europa, y del mundo. A pesar de mayor formación de mujeres, siguen estando infrarrepresentadas en ámbitos de poder, brecha laboral y salarial (16%). En 2017 solo el 7% de las películas españolas fueron hechas por mujeres, y casi el 100% de premios de literatura son para hombres. El Instituto de la Mujer quiere cambiar esta situación.
La primera mesa, con el título “Sexismo, androcentrismo, género y patriarcado: repercusiones en la creación literaria”, repasó la evolución teórica de estos conceptos clave en la teoría feminista. En mi intervención analicé cómo la noción de género, que ha sido básica para escapar del determinismo biológico y mostrar la formación cultural de los estereotipos sexuales, está encallando en un constructivismo excesivo, en el cual la noción mujer está siendo subsumida por la de diversidad sexual, que enborrona los diversos colectivos que pretende representar. Necesitamos construir un “nosotras” fuerte, si deseamos ser eficaces socialmente. Victoria Sendón de León, referente inexcusable del feminismo de la diferencia en España, resaltó el Patriarcado como estructura básica de la sociedad, lo que crea una visión unidimensional, competitiva, violenta, capitalista…Tomando como metáfora la física quántica, reclamó frente a modelos binarios y enfrentados, una cultura con “Q” (de Quantum), humanista. “Ha comenzada la era del postgénero”, declaró.
La segunda mesa denominada “Adentro las ventiscas, que se renueve el aire”: Feminismo e industrias culturales. Tomaba como lema, según explicitó Anna Caballé quien la moderaba, la frase de Carmen Martín Gaite en Entre visillos. Mercedes Bengoechea, catedrática de Filología inglesa y experta en estudios de género, resaltó la escueta presencia de mujeres en los planes de estudios. La reducción de las licenciaturas a grado ha minimizado el número de autores estudiados, lo que reafirma un canon androcéntrico, con una exclusión efectiva de las producciones de mujeres. Para Pilar V. de Foronda, escultora y gestora cultural, el problema es la precariedad de las llamadas industrial culturales, las creadoras se mantienen por puro voluntarismo. Es necesario reclamar las equidad presupuestaria, de forma contundente afirmó: “queremos la mitad de todo”.
La mesa “Feminismo y memoria”, coordinada por las dramaturgas Jana Pacheco y Noelia Adánez, reclamó la necesidad de construir una genealogía propia, recuperar las figuras de escritoras, y en este sentido hicieron un repaso de algunas de las producciones, propias y de otras dramaturgas, que llevan a los escenarios esta tarea, revisitando autoras como: María Zambrano, Camille Claudel, Gloria Fuertes, Virginia Woolf, Carmen de Burgos, Emilia Pardo Bazán… Resaltaron la dificultad de las directoras jóvenes para representar sus obras, la falta de medios y de ayudas, lo que obliga a crear cooperativas e incluso a sufragar personalmente los gastos.
La última sesión “Me too: Los problemas que ya tienen nombre o Diseño de un nuevo plan intergeneracional feminista en la cultura”, recogió, en primer lugar, la intervención de María Luisa Balaguer, catedrática de Derecho constitucional y magistrada del Tribunal Constitucional, quien hizo un repaso de los logros legislativos de las últimas décadas, pues es necesario que las demandas sociales puedan apoyarse efectivamente en la ley minimizando la discrecionalidad de los reglamentos y sin temor a las reformas constitucionales precisas. Por último intervino la filósofa Alicia Miyares, quien habló de la agenda pendiente del feminismo de la cuarta ola. Para Miyares, siempre que ha habido una ola reivindicativa: feminismo ilustrado, sufragismo… se ha producido una resaca reactiva, y señaló que en la actualidad los conceptos de identidad y diversidad están oscureciendo el de desigualdad entre hombres y mujeres, que no es una más de las discriminaciones sino la base injusta y determinante en la que sigue estructurada la sociedad, no podemos caer en un feminismo emocional.
La jornada concluyó con una primera elaboración de conclusiones a cargo de Mari Fé Santiago Bolaños, vicepresidenta de relaciones institucionales de CyM, quien, en espera de una redacción más minuciosa, avanzó algunas líneas:
Es necesario actualizar el marco teórico del feminismo para neutralizar cualquier vuelta atrás.
Por debajo de “los feminismos” existe un encuadramiento general del feminismo como exigencia de una democracia radical.
El feminismo debe encontrar una senda común en el diálogo intergeneracional.
Debemos aprovechar la nueva alza social del movimiento para concretar avances efectivos.
El cambio nos implica a todos: hombres y mujeres.
Si bien la teoría es necesaria, las mujeres llevamos mucho tiempo, desde diversas disciplinas, analizando el sexismo, la invisibilidad, la postergación, hora es ya de exigir acciones efectivas.
Resulta ya insoslayable el lograr una igualdad de género en la cultura que implica:
- Inclusión en los curricula académicos de las aportaciones de las mujeres.
- Presencia de las mujeres en los órganos decisorios de las políticas culturales.
- Representación en las instituciones.
- Reparto presupuestario adecuado y equitativo.
(Resumen de la Jornada Los feminismos en la cultura contemporánea Segovia, Casa de la Lectura- Biblioteca Municipal , 20 de abril de 2018 Organizado por Clásicas y Modernas. Asociación por la igualdad de género en la cultura Patrocinado por Ayuntamiento de Segovia, Instituto de la Mujer y Dirección General de Industrias Culturales y del Libro (MECD)).
Rosa María Rodríguez Magda
Vicepresidenta de Cultura e Investigación de CyM