Noviembre vegano y feminista
El día 1 de noviembre fue el día mundial del veganismo, pero un día se queda muy corto para la inmensa tarea que tenemos por delante, de modo que usamos todo el mes de noviembre para redoblar los esfuerzos y lo usamos como palanca para obligarnos a dar charlas, repartir información o escribir artículos.
Cuando buscas información sobre vegetarianismo o veganismo en la red sueles encontrar muchas listas de pensadores que empiezan por Pitágoras y acaban por Steve Jobs donde no se suele leer ni un solo nombre de mujer. Para encontrarnos con mujeres tenemos que recurrir a las listas de famosos de cine y es en ellas donde aparecen principalmente actores y actrices, y ahí sí es posible alcanzar la paridad de género que nos devuelve una imagen un poco más cercana a lo real. Lo real es que en esto del veganismo las mujeres somos mayoría.
Al parecer hay estudios a nivel mundial que hablan de un 80% de mujeres veganas o vegetarianas, frente a un 20% de hombres. Y nos dicen que el perfil medio de una vegana es el de una mujer joven, entre los 18 y los 35 años, con estudios universitarios y solteros.
Esta falta de visibilidad de las mujeres, esta nueva victoria del patriarcado me duele especialmente al mostrarse con crudeza dentro de un movimiento activista como el de los derechos de los animales, en el que las mujeres somos la inmensa mayoría y nuestro compromiso es de 24/24 horas, los siete días de la semana. Como curiosidad les contaré que los primeros restaurantes vegetarianos sirvieron como espacios de reunión para las sufragistas, y por eso y por mi conciencia ecofeminista que se traduce en un fuerte compromiso con la dignidad animal sin separarla de mi compromiso con mi propia dignidad, quiero ofrecer una lista que de voz y reconocimiento a las mujeres vegetarianas y veganas que nos han acompañado a lo largo de la Historia. Algunas, la mayoría, lo han hecho por consideración hacia los animales, otras las menos por salud, y alguna como Santa Teresa de Ávila por hacerse más agradable a dios, y si lo piensas bien al dios o diosa de lo sencillo y del amor fraterno le cuadra mucho más una dieta vegana.Y ya está la primera de la lista; una mujer castellana e intrépida del siglo XVI que dejó escrito en las capitulaciones para la creación de los conventos de su orden de las carmelitas descalzas que “no se ha de comer carne perpetuamente”, y que ha sido reconocida por su sabiduría doctora de la Iglesia católica.
Otra famosa que me sorprende no encontrar en las listas es a la escritora Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851) autora de Frankenstein y una vegetariana entre vegetarianos. En el entorno inmediato de la escritora se veía el vegetarianismo como un paso previo a la erradicación de la violencia en la sociedad; primero eliminar la violencia de la mesa, para así eliminar la violencia de la familia, del vecindario y del mundo.
Una gran silenciada en las listas es la escritora norteamericana Louisa May Alcott (1832-1888), autora del clásico “Mujercitas”, una obra sorprendente por su alegato feminista y su avanzada propuesta pedagógica. Alcott, que fue hasta su muerte prematura a causa de la guerra de secesión una activista antiesclavista y una sufragista convencida, se crió como vegetariana y pasó gran parte de su infancia en la comuna Fruitlands, un lugar frecuentado por Henry David Thoreau que era amigo de sus padres, y donde se evitaba, no solo alimentarse de animales, sino también beneficiarse de su trabajo esclavo o de su estiércol para producir alimentos. Seguro que ahora leerán “Mujercitas” en otra clave.
Poco antes, en la ciudad de Nueva York, una mujer llamada Asenath Nicholson (1792-1855) abrió la primera pensión vegetariana en el barrio obrero de las cinco esquinas (Five Points). Después, durante la gran hambruna de la patata viajó a Irlanda, tal como ahora muchas viajamos para dar apoyo a las refugiadas sirias, y dejó plasmadas en dos novelas las terribles experiencias de las que fue testigo, no olvidemos que Irlanda vio morir a un millón y medio de personas en cuatro años.
Una mujer que toda defensora de los derechos de los animales debería conocer es a Caroline Earl White (1833-1916), ella fundó el primer refugio para animales en los Estados Unidos y la primera sociedad contra la vivisección en aquel país. Gracias a su esfuerzo se logró la instalación de fuentes para caballos en la ciudad, o la apertura de una clínica veterinaria. Escribió sobre los derechos de los animales y fue ejemplo para muchas mujeres por su capacidad para hacerse presente en la esfera pública y desde ahí cambiar las cosas. Y también tenemos a Charlotte Despard (1844-1939) pacifista convencida, socialista y sufragista, por lo que centró su trabajo en lograr derechos para las mujeres, pero también para los trabajadores en general, sin olvidar los derechos de los animales. Formó parte del movimiento contra la vivisección y fue miembro de la Junta Directiva de la London Vegetarian Society.
Además, me gustaría que todas conociéramos a Anna Kingsford (1846-1888), una de las primeras mujeres inglesas en obtener el título de doctora en medicina y la única que se graduó sin haber experimentado con un animal.
Rosa Parks, icono de la lucha por los derechos civiles, y la mujer negra que no se levantó ante un pasajero blanco, dando comienzo con su gesto al fin de la segregación. Parks atribuía a su dieta vegetariana su energía y su capacidad para mantenerse firme en sus convicciones. Su compañera de lucha Coretta Scott King, escritora y activista (casada con Martin Luther King Jr.) también era vegetariana.
Dos mujeres mundialmente reconocidas por su trabajo a favor de la vida como son Jane Goodall y Vandana Shiva no deberían faltar en ninguna lista inspiradora o informada. La primatóloga, etóloga y antropóloga además de ser la mayor experta mundial en chimpancés, pertenece al comité del nonhumanrights.org desde su fundación en 1996. Por su parte Vadana Shiva que recibió en 1993 el llamado Premio Nobel Alternativo por “situar a la mujer y a la ecología en el corazón del discurso moderno sobre el desarrollo” nos recuerda con cada una de sus acciones y en sus escritos que la Tierra está viva, es sagrada y es la conexión entre todos los seres vivos.
Me gustaría cerrar esta lista nombrando a mujeres del estado español que nos inspiran y que son conocidas por todos, que hagan lo primero hay muchas, tenemos a Ruth Toledano y Concha López, o la poeta Marta Navarro García. Y por supuesto, dos actrices que son vegetarianas. La primera es Lluvia Rojo, vegetariana desde su adolescencia y que ha alcanzado la fama por participar en la serie “Cuéntame” durante 16 años, aunque yo la he conocido por su activismo en defensa de los derechos de los animales lo que la convierte en digna integrante de esta lista. Y la vegetariana, y amante de los gatos, que creo que todas con seguridad reconoceríamos por la calle es Penélope Cruz.
El activismo animalista a día de hoy está encabezado por mujeres veganas o vegetarianas desde mis compañeras del mundo antitaurino Virginia Iniesta, Marta Esteban, Aida Gascón o Idoia Allende entre muchas, muchas que se dejan la vida rescatando perros, velando por los gatos callejeros, por los caballos maltratados, por los primates rescatados del tráfico ilegal.
La tarea es mucha y quien se implica en ella termina por veganizarse porque estar en contacto con la realidad dolorosa del maltrato animal te hace desear no ser cómplice. Feliz mes del veganismo, bienvenidas, bienvenidos a una comunidad en la que por ahora las mujeres somos mayoría, y que tiene historia feminista.