Mujeres al borde de un ataque de… literatura
De izquierda a derecha, Sarai Vega, Mentxu Rodríguez, ‘Disidente’, Josune Muñoz, Aida Santana, Mirari Aramburu, Begoña López e Itziar Díez. Sentadas, Pepa Crespo y Claudia Maldonado. Fotografía de Oskar González
Insaciables en su hambre de saber, estas vizcainas se reúnen cada lunes para destripar la literatura escrita por mujeres.
A primera vista parece solo un salón de lectura. Pero es mucho más. Skolastika es una revolucionaria oferta cultural, una ventana que se asoma a la cultura creada por las mujeres. La filóloga vasca Josune Muñoz lleva quince años divulgando la literatura femenina de Euskadi, de Asia, Oriente Medio, África… “nuestro pasado literario y el mestizaje actual”. Y por increíble que parezca tiene mucho éxito. “No es fácil encontrar un lugar como este con tantos fondos bibliográficos a tu disposición. Si pudieses acceder a esto de manera natural en las bibliotecas, en los clubes o en las universidades, el espacio no tendría sentido”, precisa.
De cinco a siete de la tarde, una docena de mujeres asisten embriagadas a un taller en el que se leen y analizan los textos autobiográficos de las féminas a través de la historia con una metodología específica. Y es que las mujeres tienen “hambre de conocimiento”, como reconoce Muñoz. Jaka, la más joven del grupo, alias Disidente (prefiere el pseudónimo) no cree que sea una leyenda urbana que ellas tienen más inquietudes culturales que ellos. “Se debe sobre todo a la construcción social y cultural sobre la feminidad y la masculinidad. Ellos van al fútbol y nosotras, a las movidas artísticas”.
Tenemos un gran nivel académico y, sin embargo, hemos tenido un difícil acceso a la intelectualidad y a lo que se conoce como alta cultura e incluso a la formación académica de alto nivel”, matiza Muñoz. No en vano, las personas que asisten a Skolastika muestran interés por la autobiografía, la vanguardia alemana o el cómic porque lo que les fascina es poder leer con un sistema de análisis y una guía bibliográfica. Lo revalida Mirari Aramburu. “A mí me encanta aprender y tengo ganas de saber más”.
Todas suscriben la necesidad de cursos de crítica literaria porque “la literatura femenina está minusvalorada. No se dedican la suficiente cantidad de horas a su análisis ni disfruta de la mirada seria y profunda que requiere. Se sigue considerando de segundo nivel y no tienes más que coger los curriculums de la enseñanza, desde la Primaria hasta la Universidad. Ahora la situación se ha ido equilibrando, pero yo hice Filología Vasca y no di ni una sola autora. Estamos muy lejos de que la literatura de las mujeres se crea pareja a la de los hombres”, subraya Muñoz, que es a su vez escritora y editora. Junto a la mesa de trabajo, otro espacio sobre cómic feminista -el mejor que hay en el Estado español- alberga más de 5.000 volúmenes y deja boquiabierto a cualquiera.
Publicado en Deia, noticias de Bizkaia