Carta a los organizadores de un premio concedido a 18 hombres, 0 mujeres.
Distinguido amigo:
Muchas gracias por su mail informándome sobre el premio XXX y solicitando que anime a jóvenes a presentarse a él.
Debo, sin embargo, comunicarle mi perplejidad. En efecto, al repasar la lista de premiados: Luis, Ramón, Manuel, Fernando, Mario… y así hasta 18, sin una sola María, Fernanda, Manuela, Luisa…, deduzco que es condición sine qua non para recibir dicho premio un requisito que sin embargo no encuentro mencionado en las bases.
Adivino, por experiencia, las respuestas que usted, así como el jurado del premio y el patronato de la fundación que lo concede, pueden ofrecerme.
Primera: nunca cayeron en la cuenta de lo que ahora señalo. Aunque parezca increíble, por experiencia también, desgraciadamente, me lo creo. Son muchos años de ver representaciones del mundo que cojean todas del mismo pie, desde los Pitufos hasta la Conferencia Episcopal, sin que nadie pestañee, y estamos acostumbradas/os.
Segunda: ustedes premian solo el mérito y la calidad, sin tomar en cuenta otras consideraciones. No dudo que estén ustedes convencidos de actuar de ese modo, pero ¿de veras nunca se han preguntado por qué, de 18 ediciones del premio que otorgan, 18 veces ha recaído en personas pertenecientes a un 49 % de la población, y nunca en un miembro del otro 51 %? ¿Acaso creen que la calidad, en asuntos literarios, artísticos, de pensamiento…, es una ciencia exacta, que se puede medir con criterios objetivos? ¿Nunca se les ha ocurrido pensar que la subjetividad, por no decir los prejuicios, de quienes premian algo tendrá que ver en la selección?
Tercera: en el jurado hay mujeres. Cierto; pero han recibido la misma educación que los hombres, posiblemente no han procedido a una revisión crítica de la ideología patriarcal subyacente en ella, y aunque lo hubieran hecho, no les sería fácil llevar esa crítica a la práctica, pues las mujeres ostentan, ostentamos, en la sociedad en general, mucho menos poder que los varones.
Cuarta: muy pocas mujeres o ninguna se presentan al premio. Esto también, por experiencia, me lo creo… y me parece comprensible y hasta juicioso por parte de las potenciales candidatas. Pues les basta echar un vistazo a la lista de premiados para comprender que perderían el tiempo.
En fin, señores: les sugiero que procedan a una revisión crítica de sus historial, de sus hábitos, de sus criterios de valor explícitos o implícitos, e intenten que el futuro de su premio sea algo más paritario que el pasado.
Alternativamente, les propondría que a las 11 bases del premio, añadieran esta: DUODÉCIMA. Ser portador de cromosomas XY.
Cordialmente,
Laura Freixas