Entrevista a Rosa Merás por Lourdes Lucía
Rosa Merás es Actriz, máster en Artes Escénicas, cofundadora de la Academia de las Artes Escénicas y miembro de la Junta Directiva de ARTEMAD, ha desarrollado su labor profesional en teatro, cine y televisión. Ha trabajado como actriz y en dirección, producción, distribución, gerencia y docencia.
Fundadora de Arteatro, que en 2018 se fusiona con Entrebastidores (Silvia Pereira), creando Territorio Violeta, una empresa de Artes Escénicas cuya filosofía se apoya en dos pilares: 1) compromiso social y 2) paridad e igualdad.
Rosa es además compañera en Clásicas y Modernas. Y hoy tenemos el placer de charlar con ella.
Durante estos casi cuatro años de existencia, con el Festival Territorio Violeta habéis apostado muy fuerte por la igualdad entre hombres y mujeres dentro de las artes escénicas. ¿Cuáles han sido las ediciones de este Festival y qué resultados habéis tenido?
Es un festival complejo en cuanto a su estructura. No nos limitamos a seleccionar espectáculos para su programación en la sede sino que visitamos ferias y festivales a lo largo del año y del territorio, trabajando en red con las mismas, donde vamos seleccionando un espectáculo de entre todos los programados, para premiar y llevar a una de nuestras sedes. De momento, son dos: San Lorenzo de El Escorial y Santander pero nuestra idea es hacer un Territorio Violeta a nivel nacional primero y dar el salto a Portugal (con quienes ya estamos negociando) y a no muy tardar, Iberoamérica.
Los espectáculos premiados y las menciones así como algunos de nuestros espectáculos de producción propia y alguna de las distribuciones que lleva la empresa, forman parte de un catálogo de igualdad de género al que se adhieren espacios de todo el territorio y que se comprometen a programar, al menos uno de ellos, en cada temporada teatral.
Todo esto sirve para decir que hay un momento en el que tres ediciones se solapan. Acabamos de programar la Cuarta Edición en la Sede de San Lorenzo de El Escorial; hemos dado un premio de la Quinta Edición pero, en febrero, programaremos en la Sede de Santander, de nuevo la Cuarta Edición. Ya estamos preparando la ruta cara a la Sexta Edición.
No es fácil en estos tiempos poner en marcha espectáculos teatrales, ¿contáis con ayuda institucional y/o privada?
Depende del proyecto.
Si te refieres al festival, contamos con el apoyo de FSGAE con un pequeño patrocinio, con el INAEM, otra pequeña aportación. El Coliseo Carlos III con la programación de entre uno y tres espectáculos y el Palacio de Festivales de Santander sufragando esta primera edición sui géneris, que corresponde aún a la cuarta del festival. El resto de instituciones apoyan con redes sociales y difusión de información.
Ninguna de las instituciones es segura. Vamos sabiendo si vuelven a apostar con cada edición.
¿Trabajáis en contacto con otros festivales?
Sí, como te comentaba más arriba, trabajamos en red con ferias y festivales de todo el territorio. Nuestra idea es trabajar siempre, en todo, en red. Uniendo recursos y conocimientos y aprovechando las sinergias que se crean.
Habéis creado el Premio Festival Territorio Violeta para premiar la propuesta que mejor visibilice el esfuerzo que las mujeres y hombres, que la sociedad en general, ponga de manifiesto las desigualdades sociales entre los géneros. ¿Cómo funcionan estos premios?
Sabemos que estamos muy lejos de alcanzar la igualdad real pero queremos ser optimistas y lo que premiamos es lo que sí hay: premiamos a aquellos espectáculos que crean nuevos referentes. El teatro, la danza, el circo, la música somos agentes socializadores importantes. La creación de nuevos referentes más igualitarios, contar la otra parte de la historia, hablar de esos otros temas de los que nunca se habla y, sobre todo, contar las historias desde otra perspectiva es lo que nos interesa. La igualdad debe ser implícita y no explicita tanto en los espectáculos premiados como en las menciones.
Vuestro último espectáculo es Arde ya la yedra (palíndromo), que obtuvo el premio Teatro en Confluencia. Háblanos de él.
No podíamos encarar la producción de este espectáculo sin el apoyo del premio y lo que esto supone: varias funciones comprometidas a su exhibición antes de estreno.
Es un espectáculo extremadamente filosófico, con un texto bonito de escuchar pero, a priori, de difícil venta. No es un espectáculo para masas ni que pueda venderse a taquilla. Es un espectáculo para espectadores de teatro. Que exige de un público activo, atento, inteligente. No es un espectáculo comercial ni de consumo rápido.
Nos dieron el premio así que no tuvimos más remedio que producirlo a pesar de la pandemia y de la Filomena. Fue un proceso dificultoso, sin prácticamente ayuda porque la subvención recibida ha sido muy pequeña. Los poderes públicos hace ya mucho que no apuestan por los espectáculos que hacen pensar o sentir. Solo apuestan por los espectáculos de consumo rápido que, curiosamente, son los que no necesitan del dinero público para su producción ni exhibición. El mundo al revés.
Es un espectáculo de compromiso social que habla de la falta de futuro para nuestros jóvenes, de cómo estamos en constante cambio para seguir haciendo lo mismo y de cómo nos creemos más poderosos que la propia Naturaleza. Esta pandemia ha demostrado lo poco poderosos que somos, por si aún nos cabía alguna duda al respecto.
Clásicas y Modernas es una asociación por la igualdad de género en la cultura. ¿Cómo veis su trabajo desde Territorio Violeta?
Soy socia de Clásicas y Modernas desde hace años y he trabajado en varios proyectos. La Asociación es fundamental en el trabajo, proyectos, estudios… en favor de la visibilidad de la Mujer en la Cultura.
Me siento especialmente orgullosa de compartir espacio, ideas e inquietudes con mujeres como las que conforman Clásicas y Modernas con las que aprendo cada día. Es una fuente de inspiración para nosotras.
Otra de vuestras interesantes iniciativas son las Materclass, cursos prácticos, cuyo propósito principal es incorporar el análisis de género en el espacio creativo de las artes escénicas. ¿Cómo desarrolláis estas Masterclass, a quiénes van dirigidas, cuántas personas pueden participar?
Principalmente a profesionales de las artes escénicas incluyendo a periodistas y afines. Cualquier persona interesada en la Cultura en cualquiera de sus ámbitos.
El aforo ideal sería entre 20 y 50 personas porque es un espacio de participación, democrático. Nos gusta que sea un diálogo y no un monólogo desde el púlpito, por eso, debe haber una cantidad mínima y una, máxima.
¿Cuál es la próxima Masterclass que habéis programado?
Hemos propuesto una para junio de 2022 en Madferia pero aún no hemos obtenido respuesta.
Con la pandemia se complica la programación de la Masterclass porque, en general, se pide que sea online y no está pensada para eso. No queremos adaptarla. Es un momento para el encuentro y el intercambio de ideas. Online sería otra masterclass distinta y no nuestra propuesta.
Muchas gracias, Rosa. Y enhorabuena por vuestro trabajo