Margarita Borja participa en el encuentro anual de dramaturgas argentinas en la sede de Argentores en Buenos Aires
El pasado lunes 8 de octubre, en el bar de Argentores, se llevó cabo el cuarto encuentro anual de dramaturgas argentinas. En esta oportunidad fue convocada la autora y directora escénica Margarita Borja para hablar sobre el alcance de Ley Orgánica para la Igualdad de Mujeres y Hombres en España, y para transmitir la experiencia de las Temporadas Igualdad MH en las artes escénicas de la asociación para la igualdad de género en la cultura Clásicas y Modernas de la que es cofundadora y vicepresidenta; un proyecto pensado para facilitar la efectividad del cumplimiento de dicha ley a directoras y directores de las estructuras públicas de producción, gobernanza, difusión y comunicación teatral, musical y de la danza y el circo en su país.
Organizaron el encuentro las dramaturgas Susana Torres Molina, Adriana Tursi y Lucía Laraggione, impulsoras del grupo Argentoras que ya reúne a una veintena de socias de la entidad. Un hecho al que se suma, durante la actual presidencia de Miguel Angel Diani, la reciente publicación de un número de la revista Florencio, significativamente dedicado a las creadoras actuales. En él, las citadas promotoras del acto evocan a las entonces pioneras, hoy autoras internacionalmente conocidas, Griselda Gambaro y Diana Raznovich, que estrenaron en el célebre Teatro Abierto mostrando su compromiso frente a la dictadura militar de 1981 junto a otros autores.
Concurrieron a la reunión pretigiosas autoras como Sandra Franzen, Mariela Asensio, Gilda Bona, Susana Gutiérrez Posse, Cristina Merelli, Ana Caballero, Mónica Maffia y la iluminadora escénica Nadia Strier, esta última en su condición de asesora de la diputada y presidenta de la Comisión de la Mujer Andrea Conde, autora de la iniciativa del proyecto de paridad de géneros en los teatros del Complejo Teatral de la ciudad de Buenos Aires.
En su intervención, Margarita Borja hizo especial hincapié en la necesidad de organizar grupos estratégicos de acción feminista en todos los ámbitos, también en el de la creación escénica. El relato literario patriarcal, expuso, nació y creció en el teatro excluyendo a las mujeres como protagonistas o dibujándolas desde ópticas deformadoras, respecto de su condición humana como mujeres, ya fueran esclavas o pertenecieran a otros estamentos sociales. Alcanzada la plenitud de derechos adquiridos en las democracias, dijo, ha llegado el momento de contribuir a la construcción de relatos alternativos que ofrezcan miradas desde la complejidad y la diversidad argumental y teórica. En este momento en que la descomposición del patriarcado vuelve a generar monstruos con poder, urge contribuir a la transformación del imaginario simbólico, cargado de prejuicios sexuales de toda índole contra nosotras y contra todas las diferencias y vulnerabilidades sociales.
La autora y directora española valoró la existencia de leyes instrumentales para conseguir la integración, es una herramienta útil y legitimadora, aseguró, a la vez que alertaba del pernicioso talón de Aquiles que ha supuesto la ausencia de una cláusula coercitiva en la ley española. Supondría un precedente, auguró, que la potente combatividad del feminismo argentino tuviera como efecto reflejo la inclusión de cláusulas punitivas dentro de la futura Ley de Paridad de Géneros en el Complejo Teatral de Buenos Aires, iniciada por la diputada Andrea Conde.
Durante los intercambios de pareceres cabe destacar las intervenciones a este respecto de Nadia Strier y de la abogada y dramaturga Ana Laura Suárez Cassino. Por su parte, la actriz y directora Mónica Maffia, socia de Clásicas y Modernas, expuso un caso históricamente frecuente del que ella misma espera salvarse por haber tomado medidas de seguridad: el intento de apropiación de su traducción de una obra del repertorio clásico, teatro en el que es una experta consumada, que le gustó demasiado a un determinado profesional.